domingo, 20 de febrero de 2011

Cuando la traes de buenas...

Y es que ahora comprendo que la falta de buenos resultados me restan la motivación para seguir escribiendo entradas en el blog. Es lógico, con la escasa actividad de poker en vivo los ultimos meses. Mi accionar on-line se ha convertido en un sórdido y continuo perder. Eso si, en torneos de poca entrada, 4 dólares a lo mucho, pero poco a poco sintiendo el declive, la falta de respuesta.

Bueno, como si hubiera presentido en la última nota del 7 de feb, mi suerte cambió una semana después. Fuí al Miravalle, en una sesión de cash de más de 7 horas saqué una buena ganancia: 4600 pesos en poker, mas 800 pesos en el blackjack.

La cosa no estuvo nada fácil al principio, ya que la primea mesa en la que me tocó estuvo muy dificil, con gente conocedora, que sabían cómo y cuándo presionar. Al entrar to sólo con 700 pesos, era blanco de fuertes re-raises. Se sentó a mi derecha un tal Juan que muchos conocían, un jugador muy agresivo que no tardaba cadad oportunidad que tenia para sacarme de la jugada.

Una mano saqué A3 de tréboles, y hube de pagar 80 pesos para ver el flop.
Salieron 2 tréboles y un as, lo cual me dió pie a seguir pagando al apostador inicial, En el river salió el otro trébol, y al irnos all-in, doblé mi capital al vencer a mi contrario que tenia AQ.

Pocas manos despues, entré con Q9 de espadas, y en el flop salieron 2 espadas, una de ellas el as. Juan, el cuate a mi derecha, apostó medio pot y pagamos 2 personas. En el turn volvió a apostar, y yo pagué. En el river salió la otra espada. Juan apuesta fuerte, y yo le hago un poco de teatro- El ya tenía bien captados mis signos de debilidad, así es que trato de reproducirlos, como si tuviera una mano tentadora pero no tan fuerte. Finjo hacer cálculos de probabilidades, y al final con un suspiro mando all-in.
Juan paga al instante, y me dice - "tengo color", y muestra J3 de espadas.
Le digo "yo tambien".
Se pone de pie como resorte, toda la mesa se suelta en comentarios sobre la mano, y él se trata de justificar con alguien: "es que me pagó, y luego checó... y luego".
Se enojó tanto que se va de la mesa y no regresa, dejando incluso su pluma y unas hojas de comentarios en la silla.
Mi stack subió a 2500 pesos, pero ya no volví a pegar nada. Los jugadores dificiles presionaban, y yo comencé a tomar cerveza. Le comenté a mi amigo Raúl, quien se habia sentado en el luagr dejado por Juan, que pronto dejaría de jugar, ya que la cabeza incluso había comenzado a dolerme

Cada hora, el Miravalla rifa 500 pesos en fichas no intercambiables en dinero para ir a apostar al blackjack. Afortunadamente, me saqué una de esas rifas. Ocasión que aproveché para levantarme con mi stack de 2100 pesos, cambiarlo y acercame a las mesas de blackjack, ahí me fue bien, y saqué 800 pesos netos. Dinero llama dinero?

CONTINUARA.......

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